CRÓNICA - Medio siglo después

Medio siglo más tarde, la impresionante imagen del Santo Cristo de Zacatecas volverá a las calles de Montilla. El próximo Martes Santo, la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz -la más antigua de la ciudad, cuyas primeras referencias históricas datan de la primera mitad del siglo XVI- retornará a la Semana Santa local, después de 52 años sin haber celebrado estación de penitencia.



Desde el año 2000, un grupo de jóvenes se propuso rescatar las interesantes raíces de esta hermandad que condensa más de cuatro siglos de historia. “La nueva Junta de Gobierno, con la inestimable colaboración de su consiliario, Miguel Varona Villar, se planteó como objetivo primordial recuperar la primitiva esencia cofrade que, desde sus orígenes allá por 1535, promovió en Montilla el culto y la veneración al Santo Cristo de Zacatecas y a Nuestra Señora del Socorro”, explicó el hermano mayor de la cofradía, Antonio Luis Jiménez.

Al igual que el popular Esparraguero de la capital cordobesa, la imagen del Cristo de Zacatecas está construida con una mezcla de fibras vegetales de caña de maíz y encolados y, según el escultor canario Pablo Francisco Amador Marrero -considerado uno de los mayores especialistas a nivel mundial en imágenes de este tipo- la escultura que se venera en la parroquia de Santiago Apóstol “es uno de los mejores exponentes del patrimonio colonial que llevaron los españoles a las Indias y, sin duda, una de las mejores piezas que existen en todo el mundo”.



La imagen, llegada a Montilla procedente del Virreinato de Nueva España, fue donada a la Cofradía de la Vera Cruz el 10 de septiembre de 1576 por el montillano Andrés de Mesa, emparentado con el conquistador de México, Hernán Cortés. A los pies del crucificado también procesionará la nueva talla de Santa María del Socorro, una advocación íntimamente ligada al lugar en el que recibió sus aguas bautismales uno de los más grandes militares de la historia: El Gran Capitán. “La advocación del Socorro fue introducida y difundida en España por las huestes de Gonzalo Fernández de Córdoba, quien la trajo desde el reino de Nápoles en los primeros años del siglo XVI”, aseguró Antonio Luis Jiménez, quien destacó que “los primeros manuscritos de los archivos locales ratifican que la devoción a la Madre de Dios del Socorro surge en Montilla hacia 1510”.

De esta manera, las puertas de la parroquia de Santiago se abrirán el próximo Martes Santo a las 20.00 horas, para dar salida a las imágenes devocionales más antiguas de la localidad. El cortejo, que recuperará parte del recorrido que la cofradía siguió durante siglos, se abrirá con la cruz de guía de la hermandad, una pieza anónima del siglo XVII, realizada en madera policromada y que alberga la pintura de un crucificado. Asimismo, abriendo el tramo de nazarenos, la Hermandad llevará su estandarte corporativo, realizado en terciopelo verde con remates en oro fino por el bordador cordobés Antonio Villar. La insignia presenta en su parte central una impresionante pintura de la artista montillana María José Ruiz, ganadora del Premio Nacional de Pintura José Garnelo.

Por su parte, los acólitos que precederán al paso con los titulares de la cofradía portarán dos incensiarios de plata labrados por el orfebre cordobés Damián de Castro, en el siglo XVIII. El cortejo se completará con las diez varas que distinguirán a los mandos de la Cofradía, así como a las autoridades religiosas, civiles y militares que presidirán la estación de penitencia y que han sido realizadas en plata y madera de caoba por el artista cordobés Emilio León.