CRÓNICA - Montilla en el Recuerdo...

Las excelencias de los vinos generosos han concedido a Montilla fama universal a lo largo de los tiempos. No obstante, otros hechos ajenos al mundo vitivinícola también han permitido conocer a ciudadanos de todo el país la riqueza histórica, política y social de esta localidad enclavada en la Campiña Sur. Tal es el caso de la cita que la Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, popularmente conocida como “la Espasa-Calpe”, hizo de la ciudad cordobesa en su edición de 1918.



Esta gran enciclopedia española del siglo XX, continuadora del primer diccionario moderno dividido en volúmenes –el Hispano Americano de la Editorial Montaner y Simón- dedicó algunas páginas del tomo publicado en septiembre de 1918 a los rincones más bellos de Montilla. Este privilegio -del que no pudieron disfrutar sin embargo otras ciudades de igual o mayor tamaño- fue posible gracias a la mediación de uno de los colaboradores más ilustres del prontuario: el capitán general y último gobernador español en Cuba, Adolfo Jiménez-Castellanos, un insigne montillano que pasó a la historia por ser el encargado de entregar en 1899 la isla caribeña a los Estados Unidos de América.

Para ilustrar las páginas correspondientes a Montilla, los editores de la Espasa Calpe se valieron de una serie de instantáneas tomadas en 1914 por Agustín Jiménez–Castellanos y Alvear, un conocido abogado de la época que legó una colección de fotografías de su localidad natal y que hoy han recobrado actualidad gracias a una peculiar iniciativa desarrollada por la Cofradía de la Santa Vera Cruz. “En 1914, Agustín Jiménez-Castellanos recibió de su tío -el capitán Adolfo Jiménez-Castellanos- el encargo de colaborar con los editores de Espasa Calpe para la ilustración del artículo dedicado a Montilla en el tomo 36 de la reconocida enciclopedia”, explicó el hermano mayor de la Vera Cruz, Antonio Luis Jiménez Barranco.

Así, bajo el título de Montilla en el Recuerdo, la Hermandad que celebra estación de penitencia en la tarde del Martes Santo con las imágenes del Santo Cristo de Zacatecas y de Nuestra Señora del Socorro, ha logrado editar un total de 8 láminas que han sido cedidas por el erudito montillano Agustín Jiménez–Castellanos, nieto del autor de las fotografías, quien guarda como oro en paño los cristales de haluros de plata en los que se plasma la realidad social de la Montilla de primeros del siglo XX.

Desde una abarrotada calle Fuente Álamo -en la que se aprecia el desaparecido arco de San Roque-, hasta un concurrido Llanete de San José, la colección de fotografías editada por la Vera Cruz ofrece la primera instantánea que se conoce del arco de San Lorenzo, recientemente declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. “También se aprecia una vista panorámica de Montilla y otra de los recordados arcos de la Puerta de Aguilar, derruidos el 19 de mayo de 1962 por el Consistorio de la localidad”, explicó Jiménez Barranco.



Las fotografías, en las que puede admirarse la espectacular evolución social y urbanística que ha experimentado la ciudad en el último siglo, también ofrecen una visión de los graneros del Duque de Medinaceli, futura sede del Museo del Vino, y otra de la estación del ferrocarril, con la iglesia conventual de San Agustín en segundo plano. “La calidad de las imágenes es extraordinaria porque una de las principales novedades de la Espasa Calpe respecto de las enciclopedias decimonónicas consistió en la incorporación intensiva de fotografías e ilustraciones en blanco y negro, así como de laminas a color”, señaló el responsable de la Vera Cruz.

Un auténtico notario gráfico de su ciudad

Hijo del hacendado matrimonio formado por el poeta Federico Jiménez-Castellanos y por la pintora Luisa de Alvear y Cisneros, Agustín Jiménez-Castellanos (1876 – 1965) nació y creció en la solariega casa familiar de la Puerta de Aguilar, que aún hoy conserva sus trazas originales. Durante su estancia en Granada, donde cursó sus estudios de Derecho, descubrió su afición por la fotografía y, gracias a ella, se conservan en la actualidad gran cantidad de imágenes de tertulias, rincones típicos de la localidad, monumentos o personajes de vida pública local que retratan a la perfección la realidad social de la Montilla de principios de siglo XX. Diputado provincial y concejal del Ayuntamiento de Montilla, Agustín Jiménez-Castellanos colaboró en la prensa de la época con artículos de historia y geografía, siendo designado miembro de la Real Academia de Córdoba y de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias.